RECUERDOS DEL PUEBLO MIO

 

Pueblo mío se que estarás soñando

Cuando duermes en paz divina,

Que he de llegar cantando

Esa canción que tu adivinas;

Alguna noche de plena luna

Diciendo a ti que fuiste como cuna

De mi niñez, juegos e ilusiones;

¡De veras, de veras! Te quiero tanto,

Que brotan del alma poemas, canciones

Y porque no, algunas veces, llanto.

 

Lagrimas como esas que vertí por ella.

Aquella novia de mi tierna infancia,

El día en que sonriendo en la distancia

Dijo adiós... Siempre fresca, siempre bella.

 

Recuerdo tus charcos de agua dulce

Tranquilos y suaves como el beso

Que una tarde de otoño a sus orillas.

Con miedo, candor; cerrando los ojos

Puse en su tersa y virginal mejilla.

¡Momento... De madrigal y embeleso!

Pienso en árboles y ramas encantadas.

Cargadas de moras, manzanas  y duraznos.

Dulces bocados hechos por las hadas

Para deleite de tus ciudadanos;

Golondrinas, tórtolas, gorriones

Y para algunos jóvenes ladrones.

                                         

Los picos de tus montañas vastas

Son como agujas ensartando

De tu cielo la luna casta

Con mil estrellas nomás mirando

A niños y padres historias platicando.

 

Si supieras pueblo mío el alma extraña

Esas frutas; esas noches, esas montanas

Y las miradas cariñosas de mi madre.

Los sermones en domingo de los padres

Creerán algunos no fueron necesarios.

Pues el agua de nubes, bendita y pura

Mas de mi abuela los rezos y rosarios;

A todos salvan incluyendo al cura.

 

Mariachis, violines, trompetas y guitarras.

Alegres voces, sonoras notas y canciones;

Acompañen estos versos con sus sones

El triste e inexperto trovador va de farra.

A de ser para el sorpresa grata...

¡Mañana le damos a mi pueblo serenata!